En vacaciones, un alemán se encuentra con un negro demasiado sexy y gordo. Se ofrece a llevarlo a ver el mar en su scooter. Todo esto es en realidad sólo un pretexto: tan pronto como llega frente al paradisíaco escenario, lo empuja y se precipita sobre su enorme polla negra para bombearla hasta la boca. A lo lejos, un observador está disfrutando del espectáculo. Los dos tipos no tienen tiempo de preguntarse si están siendo observados: ¡son demasiado duros para hacer preguntas! Después de haber sido bien comido, el alemán toma el gran palo de su nuevo amigo y tiene que aferrarse a las rocas para no perder el equilibrio y tomarlo en lo profundo. En la orilla del agua, comienza a llover jugo...