Estoy acostumbrada a chupar pollas y cuando me topo con un verdadero dom, lo siento enseguida. Este tío tenía una forma de ponerme a sus pies que me volvía loca. Con él era natural: es dominante al 100% y cuando estás cara a cara con él te hace entender cuál es tu sitio. Cogió su cámara, me agarró de la mano y me puso a su servicio. Fue firme, sentí que no debía inmutarme y eso me hizo completamente obediente. Me encantaba lamer sus grandes pies, oler su aroma y luego tragarme su polla ultradura. Lo único que quería era firmar un contrato y convertirme en su propiedad.