En un edificio abandonado en las afueras de París, Kevin, un twink blanco joven, busca una experiencia fuerte. Lo encuentra en un guardia negro formidable, musculoso y dominante, que lo encierra sin presentar palabra ni presentación. Manda a Kevin a ponerse de rodillas al instante.
La tensión crece instantáneamente cuando el guardia exhibe una polla negra enorme: gruesa, gorda, con glande ancho y testículos llenos de semen. Kevin abre la boca pero no alcanza a reaccionar ante lo que ve… ni lo que siente.
El guardia le sube la polla a la garganta como si fuera un juguete, empujándola hasta el fondo. Kevin gime, salpica babas, bebe esa polla XL como si fuera su vida. El guardia lo domina, lo usa, lo enseña su potencia. En la segunda parte, envía a Kevin a cuatro patas contra la pared. Ahora su culo blanco recibe embestidas crudas y violentas. El guardia lo agujerea sin piedad: golpes fuertes, penetración intensa… hasta que derrama su semen caliente, cubriendo el culo y la boca de Kevin. Kevin se queda temblando, lleno, con una sonrisa que mezcla placer y sumisión. Esa es la fuerza del sexo interracial entre un guardia negro alpha y un twink francés dócil.